lunes, 27 de marzo de 2017

LA CEIBA

El proceso para hacerlo Símbolo Nacional inicio gracias a la iniciativa presentada por el botánico Guatemalteco Ulises Rojas a el Presidente Coronel Carlos Castillo Armas, el cual decretó que la Ceiba Pentandra fuera reconocida como Árbol Nacional simbolizando la vida, perpetuidad grandeza y fuerza, mediante acuerdo gubernativo del 8 de marzo de 1955.


La Ceiba ha sido considerada desde los tiempos precolombinos como árbol sagrado, ya que se acostumbraba celebrar ritos bajo su follaje. Para los mayas es considerada el árbol sagrado de la vida y representa la sabiduría. En sus leyendas cosmogónicas abre sus ramas hacia los cuatro puntos cardinales. Sus ramas dividen el mundo inferior, donde moran los espíritus, del Xibalbá o lugar de la extinción, además de marcar los rumbos en el mundo físico y dividir las estancias de los dioses en el alto misterio sideral.



Pertenece a la familia de las bombáceas, grupo de árboles con espinas, hojas pequeñas y flores grandes de 5 pétalos. Es un árbol robusto que llega a medir 50 m. de altura, de enorme tronco, que alcanza un diámetro de 2m. o más y tiene un follaje que puede llegar a cubrir 1600 m2 de superficie. Puede llegar a medir hasta setenta metros de alto, lo que lo convierte en uno de los árboles más grandes de la América. Se produce principalmente en clima cálido y se puede encontrar desde México hasta Brasil. Su fruto produce un algodón silvestre o lanilla al que se llama kapoc el cual se utiliza algunas veces en los chalecos salvavidas. Su semilla se usa para producir aceite de cocina y jabones, la pasta que queda se usa para alimento de ganado y el desperdicio se usa en fertilizantes. La madera es blanda, fibrosa y de larga duración en el agua. Ya que la fibra es suave, elástica y casi no causa alergias, se utiliza para rellenar artículos de mueblería, como por ejemplo, colchones, cojines, almohadas, entre otros. La madera de la Ceiba tiene pocos nutrientes lo que la hace poco atractiva para los parásitos y se quema fácilmente por lo que se le utiliza en la fabricación de explosivos y cohetes.
EL QUETZAL


Quedó oficializado como símbolo de la independencia y autonomía de la nación, según Decreto No. 33 del 18 de noviembre de 1871, emitido por el General Miguel García Granados. Da nombre a la moneda nacional, también a la segunda ciudad del país, Quetzaltenango, que significa Lugar de los quetzales, en K’iche’, Xelajuj Noj (Debajo de la diez ideas), y a la máxima condecoración nacional del Gobierno, Orden del Quetzal.


El quetzal protagoniza la leyenda que dice que su pecho es rojo porque se tiñó con la sangre del guerrero indígena Tecún Umán, cuando murió. El historiador Francis Polo Sifontes detalla que eso fue tomado de la cosmovisión maya, la cual refiere que el ave era el nagual del héroe y por eso lo seguía a todas partes.
La palabra quetzal es de origen nahualt, los mayas le llamaban q´uq´al, ave sagrada. El quetzal ocupa lugar destacado entre las culturas mesoamericanas. Se asocia con las más altas dignidades religiosas como Kukulkán para los mayas, y Gucumatz, según el Popol Vuh, libro sagrado de los K’iche’, la serpiente emplumada, creador de la humanidad, que por tener la capacidad de volar era el dios del viento, de la vida y el amanecer. La arqueología maya ilustra sobradamente el poder sagrado de esta ave, como se aprecia en las estelas de Quiriguá.

Los mayas combinaban las plumas de esta ave con arreglos de jade y obsidiana. Para la mayoría de culturas de Mesomérica los pájaros y en especial el quetzal, eran seres sagrados, los aztecas lo asociaban con Quetzalcoatl, la serpiente emplumada, una mezcla de personaje histórico y deidad local.

Las plumas de quetzal siempre formaron parte de la vida de los reyes de Mesoamérica y fueron las primeras en ser comercializadas durante la época Precolombina. Los aztecas, las usaban en sus tocados. El penacho del emperador Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520), era de plumas de quetzal con oro y piedras preciosas que, en la actualidad, se encuentra en el Museo de Etnología de Viena, en Austria.

El quetzal es símbolo de libertad, de independencia, de autonomía de la Nación. Fundamentalmente el pájaro simboliza la espiritualidad, el alma, los estados superiores del ser, que prisionera del cuerpo, vuela de este mundo después de la muerte.


LA MONJA BLANCA

Su historia como flor nacional de Guatemala empieza a finales de 1933, en una exposición internacional de flores realizada en Miami, Florida, Estados Unidos.
La historia señala que fue la presidenta de esa actividad, Letitia Southerland, quien al terminar su exposición decidió enviar una carta al entonces presidente de Guatemala, Jorge Ubico.
En el escrito le agradeció haber ordenado que se le fueran enviadas un grupo de orquídeas nativas.
Southerland sabía que Guatemala no contaba con una flor nacional, entonces sugirió que fuera la Lykcaste Virginalis Alba o Skinnery alba -la Monja Blanca- la que tomara ese lugar.
Southerland creía que la Monja Blanca era la flor que destacaba entre todas, por su belleza.
Al llegar a Guatemala la sugerencia fue remitida a los trabajadores del Gobierno. Y al día siguiente fue publicado un Acuerdo Gubernativo en 1934, donde Ubico establecía que la Monja Blanca, que crece en los bosques de Alta Verapaz, era la Flor Nacional.

En 1840, es el botánico Jean Jules Linden quien da a conocer a nivel mundial esta orquídea. Se dice que él fue quien la llamó Lycaste, en honor de la hija de Príamo y hermana de Héctor y Paris, personajes de La Ilíada de Homero.

Singular belleza

Su nombre común se debe a que en el centro de la flor, un pequeño tallo semeja una monja que está rezando, y al ser blanco su color, fue bautizada como Monja Blanca.
Su nombre científico es Lykaste Skinneri Alba, llamada monja blanca desde los primeros años de la conquista española. Pertenece a la clase monocotiledonea familia de las orquideáceas. En 1843 se le dio el nombre de Lycaste por su original belleza, nombre de la hija de Priamo, rey de Troya loado por Homero y Virgilio.
Los mayas q’eqchi´, de Cobán la llaman Sak Ijix, mientras otros grupos étnicos conservan hermosas leyendas de su original encanto y la consideran una princesa que por su belleza fue convertida en flor.
Aunque su número se ha reducido por la destrucción de su hábitat natural, la monja blanca se encuentra entre musgos o helechos polipodium en Alta Verapaz, montes de los Cuhumatanes y serranías de Izabal y Quiché.
El botánico Ulises Rojas la describió como una planta que “crece erguida de 15 a 18 centímetros. Puede durar mucho tiempo sin marchitarse. Tanto los sépalos -pétalos del cáliz-, como los pétalos y labelo –pétalo mayor-, carecen de pigmentación y presentan un blanco purísimo.

En peligro de extinción

El símbolo patrio, Monja Blanca, ha desaparecido de su hábitat natural, debido a la deforestación, según el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap). Y hoy, estos ejemplares solo pueden encontrarse en colecciones privadas.
El riesgo de que la Monja Blanca sea extinta lleva años. Por eso el presidente Juan José Arévalo (1945-1951), emitió un Acuerdo Gubernativo en 1947 donde prohibía la libre colecta y exportación de la planta, sus bulbos y flores.
La Monja Blanca fue incluida en la organización de Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
La Monja Blanca sobre sale entre otras orquídeas debido a que sus pétalos como sépalos carecen de pigmentación, de ahí su color blanco, como de cera, explica el historiador Horacio Cabezas.

Otra causa de su destrucción es el aumento de áreas de cultivo, pastizales o viviendas en los bosques nubosos donde crece la especie.

TECÚN UMÁN

El Congreso de la República declaró a Tecún Umán Héroe nacional y símbolo de la nacionalidad guatemalteca, por el decreto 1344, del 22 de marzo de 1960, y dispuso el 20 de febrero para honrar su memoria.
La iniciativa surgió en 1959, por el Comité Pro Exaltación del Héroe Tecún Umán, promovido por Rafael Téllez García y Jaime Pérez Aguilar quienes pedían: “Que se consagre como héroe nacional y paladín del Ejército de la República la egregia figura de Tecún Umán”. Más de 20 diputados pidieron la opinión de la Honorable Sociedad de Geografía e Historia.

El entonces diputado por Quiché, Ernesto Viteri, explicó que paladín significa caballero fuerte y valeroso que, voluntario en la guerra, se distingue por sus hazañas. “Tecún Umán fue designado capitán de los ejércitos k’iche’, en consecuencia no era voluntario”, dijo el congresista, “menos aún paladín del ejército de la República, cuyo nombre oficial es Ejército Nacional. Además en el siglo XVI no existía la República de Guatemala”.


Versión indígena

Los títulos de la casa Ixquin-Nehaib narran la batalla en los Llanos del Pinal —Pachaj—, cerca de Xelajú, actual ciudad de Quetzaltenango: “Y luego el capitán Tecum alzó el vuelo, que venía hecho águila, lleno de plumas que nacían… de sí mismo, no eran postizas; traía alas que también nacían de su cuerpo y traía tres coronas puestas, una era de oro, otra de perlas y otra de diamantes y esmeraldas.
El capitán Tecum venía de intento a matar al Tunatiú que venía a caballo y le dio al caballo por darle al Adelantado y le quitó la cabeza al caballo con la lanza. No era la lanza de hierro sino de espejuelos y por encanto hizo esto este capitán… Y como vido que no había muerto el Adelantado sino el caballo, tornó a alzar el vuelo para arriba, para desde allí venir a matar al Adelantado. Entonces el Adelantado lo aguardó con su lanza y lo atravesó por en medio a este capitán Tecum”.
El Título del Ahpop Quecham, de los naturales de San Andrés Xecul, cita que el rey Kicab Tamub no rindió su valor y de inmediato ordenó a su primogénito Tecún Umán que preparara la defensa del reino quiché.

Billetes

En 1964, el decreto 265 de la Ley de Especies Monetarias, hizo circular el billete de 50 centavos de quetzal con la efigie de Tecún Umán. El grabado está inspirado en una escultura de bronce del guerrero quiché esculpida por Rodolfo Galeotti Torres. El billete dejó de emitirse el 9 de enero de 1998.


LA MARIMBA


El 17 de octubre de 1978 un grupo de congresistas animados por Rafael Téllez García, logró que el Congreso de la República emitiera el decreto No. 66-78 en el cual se declaró a la marimba el instrumento Nacional de Guatemala. “Porque ha constituido la genuina manifestación de la nacionalidad guatemalteca, existiendo a la fecha obras de una gran calidad artística dentro de la producción de compositores nacionales, lo que constituye la representación del espíritu guatemalteco”. el artículo 2º. declara día de la marimba, el 20 de febrero de cada año.


El 31 de agosto de 1999, el Congreso de la República, aprobó en tercera lectura, el decreto 31-99, por el cual designa la marimba símbolo nacional. Esto significa que el instrumento autóctono debe ser respetado en sumo grado, junto a la monja blanca, el quetzal, la ceiba pentandra, el himno nacional, la bandera y el escudo nacionales.

El decreto 31-99 se publicó en el Diario de Centro América, diario oficial de Guatemala, el 1 de octubre de 1999, y establece: Artículo 1º, se declara la marimba símbolo nacional, “por ser un instrumento histórico de valor cultural, de arte y tradición de los guatemaltecos, propia de nuestro país y que enaltece nuestra cultura e idiosincrasia”.

En el corazón guatemalteco

Actualmente se han escrito y compuesto miles de melodías para marimba y existen destacados compositores que han aportado su talento, habilidad, inspiración y sensibilidad artística para componer melodías que han anidado en el sentimiento del guatemalteco y se han convertido en símbolos de identidad y nacionalismo.



LA BANDERA

El diseño de la actual bandera de Guatemala es producto de la Revolución Liberal de 1871, liderada por Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios, quienes entre sus primeros decretos modificaron la insignia patria “para eliminar -de ella- ideas conservadoras”.
De acuerdo al decreto ejecutivo del 17 de agosto de 1871, se determinó que la bandera tuviera los colores azul celeste y el blanco. La franja vertical blanca entre las dos celestes recuerda que el país está entre el océano Pacífico y el mar Caribe u océano Atlántico.

El blanco representa la pureza, la integridad, la fe, la obediencia, la firmeza, la vigilancia, la paz y la nación. El color azul simboliza la justicia, la lealtad, la dulzura, la fortaleza, el cielo guatemalteco y los dos mares que bañan las costas del este y oeste del país, respectivamente, al igual que las de Centroamérica.

En su centro se ubica el Escudo Nacional, que también fue modificado en 1871, para remover los elementos conservadores y la fecha 21 de marzo de 1847, que corresponde a la fundación de la República de Guatemala y el fin de la Federación Centroamericana con la que habían soñado los liberales.

La bandera es la insignia suprema de la Patria, nos representa en cualquier parte del mundo. Es el único nombre que le corresponde con o sin escudo. En 1997, el Congreso de la República aprobó el decreto 104 – 97, que entre otras disposiciones, instituye que la bandera se izará y arriará lenta y ceremoniosamente y las personas asistentes deben permanecer de pie y hacer el saludo respectivo mientras dure el acto.

“En señal de respeto deben guardar silencio, asumir una posición corporal digna y descubrirse la cabeza si llevan gorra o sombrero. Se considera un honor y gran distinción portar la bandera, la persona que lo haga debe vestir con decoro, y hacerlo con satisfacción y respeto”, explica Oliverio Orozco, embajador y encargado de protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala.


La bandera debe ser un rectángulo con la proporción estética vertical y horizontal de cinco a ocho. Sus colores son el azul y blanco dispuestos en tres franjas verticales del mismo ancho, los azules en los extremos y el blanco en el medio. Según los códigos de la Sociedad Internacional del Color, son: azul, ISCC-NBS177 y blanco, ISCC-NBS263. (libro: Emblemas nacionales, de María Albertina Gálvez, editorial del Ejército, 1981. Decretos emitidos por el Congreso de la República de Guatemala)

Protocolo a la bandera nacional

En 1997, el Congreso de la República aprobó el decreto 104 – 97, que instituye:

queda prohibido izar lienzos que hayan perdido sus colores originales, con deterioro o en notorio mal estado.
Queda prohibido la ubicación de otra bandera o pabellón a una altura mayor que la bandera nacional.
El Ministerio de Cultura y Deportes, es la entidad que autoriza la confección, elaboración, distribución y venta de la bandera nacional.
En todo el país, la bandera de Guatemala, siempre tendrá lugar preponderante sobre cualquier otra bandera.
Debe izarse a las seis de la mañana y arriarse a las seos de la tarde. No permanecerá izada durante la noche salvo se encienda una luz que la ilumine.
Al izar o arriar la bandera se deberá permanecer de pie, en posición recta y guardando silencio en señal de respeto. Los civiles deben descubrirse la cabeza, quitarse sombrero o gorra si la portan.
Se izará y se arriara lentamente y ceremoniosamente , las personas presentes deberán hacer el saludo durante este acto.
Portar la bandera nacional es un acto de gran distinción y deberá hacerlo con respeto, gallardía, satisfacción y decoro.
La bandera de Guatemala irá siempre a la derecha si acompaña a la de otro país, y al centro si son más.
Izar la bandera a media asta es señal de duelo nacional y debe ser decretado por la máxima autoridad del gobierno o de la institución.
El 17 de agosto se celebrará el Día nacional de la bandera. El Ministerio de Educación queda encargado que todos los establecimientos educativos públicos y privados conozcan esta ley e impulsar programas cívicos.

Bandera Nacional de Guatemala



Pabellón y bandera

La bandera es la insignia suprema de la Patria y representa al individuo en cualquier parte del mundo. Según el Diccionario de la Real Academia Española, (DRAE), pabellón es sinónimo de bandera nacional, pero para el sociólogo guatemalteco Carlos E. Prahl Redondo, son dos conceptos distintos. Explica que pabellón es un término de origen romano, se asocia a una tienda de campaña de forma cónica, con un poste incado al suelo con estacas y cordeles para fijarla. Servía para proteger y guardar armas y en la Edad Media protegía los escudos de los soberanos, nobles y caballeros en viajes de paz o guerra. En las naciones modernas se nombró pabellón a un manto, paño o telón de fondo del escudo de armas.

Por aparte la palabra bandera deriva de las raíces semánticas que significan señal, signo o estandarte. “La bandera no es complemento del escudo de armas, porque son dos símbolos diferentes con individualidad propia” explica Prahl. Es símbolo supremo de nacionalidad y soberanía.

Otras banderas

Ideales, intereses políticos y decisiones de regímenes conservadores y liberales, desde la independencia patria, ha llevado a modificar en varias ocasiones la bandera nacional.

.1- La Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias Unidas de Centroamérica, por Acuerdo # 29, del 21 de agosto de 1823, creó los símbolos patrios, entre ellos la bandera azul y blanco con el lema “Dios, unión y libertad”. También un escudo circular en que destaca un triángulo equilátero, con 5 volcanes y un mar. Los patriotas se inspiraron en el color del cielo, que denota lealtad, justicia, fotaleza, y en el blanco que significa pureza e integridad, siguiendo las reglas de la heráldica. Fue emblema nacional hasta febrero de 1839 en que se disolvió la Federación.


2- La Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala creó el 20 de enero de 1825, una bandera de tres franjas horizontales, una blanca y dos azules en ambas orillas. El escudo figuraba estar recostado en una bolsa de flechas y adornado con dos cuernos de la abundancia. El emblema se usó hasta 1843. 



3- En el gobierno de Mariano Rivera Paz, (1843 a 1851), el decreto de la Asamblea Constituyente del 26 de octubre de 1843 modificó el escudo e incluyó la leyenda “Guatemala en Centro América, 15 de setiembre de 1821”. La bandera conservó sus dos franjas azules y la del centro blanca, todas horizontales.
4. El presidente militar Mariano Paredes (1851 a 1858), por medio del decreto del 14 de marzo 1851 agregó al azul y blanco, franjas de colores amarillo y rojo, dispuestos en franjas transversales en directa relación con la “Madre Patria”. El escudo con un sol y un ara se rodeó de dos ramas de laurel.
5- El 1 de mayo de 1858, Rafael Carrera, general del Ejército y presidente de Guatemala, dividió el pabellón en siete franjas: las de los extremos azul, las medianeras blancas y rojas y una amarilla al centro. El escudo contenía en la parte superior siete barras de plata, y en la parte inferior tres volcanes, rodeado de cuatro banderas y un sol rodeado de una rama de encino y otra de laurel. Estuvo vigente hasta 1871.
6- El 17 de agosto de 1871, el presidente provisorio Miguel García Granados firmó el decreto # 12 que ordena adoptar un nuevo pabellón. Restableció el decreto de la Asamblea Nacional Constituyente del 21 de agosto de 1823, que dicta que los colores nacionales son el azul y blanco. El 18 noviembre de 1871, por el decreto # 33, se autorizó un nuevo escudo de armas y se elige el quetzal como símbolo de nuestra libertad. Lo completa un pergamino con la fecha de la independencia patria, una rama de laurel que significa el triunfo y la gloria, una, de encino, que representa las virtudes cívicas y dos rifles y dos espadas que expresan la fuerza que asiste a las instituciones patrias.









EL ESCUDO DE ARMAS

El 18 noviembre de 1871, el presidente provisorio de Guatemala, Miguel García Granados, autorizó un nuevo escudo nacional, el sexto del periodo independiente. En el escudo, la espada simboliza justicia y soberanía; las ramas de laurel, victoria; el pergamino inmortaliza la fecha de nacimiento de la Patria, y el quetzal es símbolo supremo de libertad.
El primer ícono de Independencia lo instituye el artículo 17 del acta del 15 de septiembre: “Que el Excelentísimo Ayuntamiento disponga la acuñación de una medalla que perpetúe en los siglos la memoria del día 15 de septiembre de mil ochocientos veinte y uno, en que Guatemala proclamó su feliz independencia”.

Luego se coloca, en el frontispicio del palacio del Ayuntamiento de la Nueva Guatemala de la Asunción, una cartela de piedra de estilo neoclásico, en la cual hay una guirnalda de laurel que simboliza el triunfo. Tiene la siguiente inscripción: “Plaza independiente, 15 de septiembre, año 1821, primero de su libertad”.

Treinta años después

El primer escudo de la República, se creó en 1851, hace referencia a la fecha de la Independencia; lo mismo sucede con el tercero, creado en 1871, cuya idea original perdura hasta la actualidad, aunque se hicieron algunas reformas en 1968, durante la presidencia de Julio César Méndez Montenegro.

En el escudo actual, a diferencia de los anteriores, surge la figura del quetzal como símbolo de libertad, evocando la leyenda indígena de tiempos de la conquista española que cita el Manuscrito de Covalchaj: “Y como vio que no murió el Adelantado sino el caballo, tornó vuelo para arriba, para desde allí venir a matar al Adelantado, y el dicho adelantado lo aguardó con su lanza... Y como vio que era muy galán este capitán indio y que traía quetzales y plumas muy lindas, por eso le quedó a este pueblo el nombre de Quetzaltenango”.

Surge el escudo actual

Como producto de los ideales de la Revolución de 1871 y dentro del marco de la conmemoración de los 50 años de la Independencia, el grabador suizo Juan Bautista Frener construyó un altar patrio, con el quetzal, el pergamino, los rifles, las espadas y una guirnalda de café.

Gustó tanto al presidente de la República, Miguel García Granados, que, con solo algunas modificaciones, lo convirtió en el escudo nacional por medio del Decreto No. 33, del 18 de noviembre de 1871. El escrito cita: “será un escudo con dos rifles y dos espadas de oro enlazadas con ramas de laurel en campo celeste claro. El centro estará cubierto con un pergamino, que contendrá la siguiente leyenda en letras de oro: Libertad 15 de Septiembre de 1821. Figurará en la parte superior un quetzal, como símbolo de la independencia y autonomía de la Nación”. Dos rifles marca Rémington de esa época sirvieron de modelo al escudo.

El pergamino lleva la fecha de la independencia patria: 15 de septiembre de 1821. Las ramas de laurel significan el triunfo, la gloria y el saber. Los fusiles o rifles representan la fuerza, y las espadas, el honor. El quetzal simboliza la libertad.

Modificado hace 47 años

En 1968, el presidente Julio César Méndez Montenegro establece algunos cambios al escudo establecidos en el acuerdo gubernativo del 12 de septiembre de 1968, en el que se lee: artículo 5: el escudo de armas de la República, cuando se diseñe independientemente de la bandera, irá en campo celeste claro, conforme el decreto de su creación. Dicho color, que representa idealidad, equivale al ISCC-NBS 184 o VM 1.5 PB 8.3/3.3.

Artículo 6. Los rifles Rémington de la época (1871) se representan con bayoneta triangular calada, de perfil, con el guardamonte hacia abajo y entrecruzados en ángulo recto en el centro del escudo.

Artículo 7. Las espadas, símbolo de justicia y soberanía, desenvainadas y en oro, se entrecruzan en ángulo recto, simétrico al de los rifles.

Artículo 8. Las ramas de laurel, símbolo de victoria, que enlazan las armas, se representan al natural con frutos, entrecruzadas en la parte inferior y sin atadura alguna. Las hojas inferiores de las ramas enlazan con las empuñaduras de las espadas; las subsiguientes, con las culatas de los rifles, y las últimas, en el extremo superior, con las bayonetas.

Artículo 9. El pergamino va desenrollado en el centro del escudo, sobre el cruce de los rifles; tiene una vuelta y media hacia el frente de la parte superior y una vuelta y media hacia el reverso inferior, descansando ésta sobre las hojas de las espadas. Centrada en el pergamino figura la siguiente leyenda en letras de oro, mayúsculas, en cuatro líneas, así: en la primera, LIBERTAD; en la segunda, 15 DE; en la tercera, SEPTIEMBRE, y en la cuarta, DE 1821.

Artículo 10. En la parte superior del pergamino posa el quetzal, símbolo supremo de la libertad. Se representa adiestrado, en sus colores propios. Las plumas caudales más largas pasan sobre las armas del lado correspondiente y sobrepasan ligeramente las hojas inferiores de laurel.

El Escudo